Rescatamos aquí un trocito de conversación que en su momento
Thomas Mallory no incluyo en sus crónicas:
- - ¿Que será eso de SOA preguntó Arturo a Merlín?
- - SOA es el punto en el que por fin la tecnología se da la mano con el negocio, a través de los procesos que lo componen - contesto Merlín con cara de haberse quedado a gusto.
- - Vamos a intentar verlo de otra manera - añadió al ver que Arturo ponía cara de director financiero intentando configurar su correo POP.
Merlín continuó explicando.
- - SOA es en realidad un tipo de arquitectura, podéis imaginarla efectivamente como el nuevo castillo en el que estamos trabajando para Camelot. Cada pieza es intercambiable y no sólo eso, además puede ser cedida para que se use en otros reinos amigos. Es decir, una vez que ‘tecnológicamente’ se ha solucionado el problema de crear el puente levadizo puedo 'ofrecer este servicio' al resto de caballeros para que lo monten en sus castillos. Y lo que es aún mejor, estarán muy contentos ya que por fin lo que le explican los arquitectos tiene formas que ellos pueden entender.
- - Ya voy entendiendo - contesto Arturo.
- - Antes, en la edad oscura previa a Camelot, el arquitecto llegaba y nos contaba heréticas historias sobre lo propicio de una base rectangular proporcional al número PI para satisfacer a los dioses. Ahora no ocurre así, el arquitecto se expresaba en términos más reconocibles como, el puente levadizo ofrece el servicio de entrada al castillo conforme a los estándares de acceso de tal Decreto Real y además puede ser sustituido si el año que viene cambian estas normativas. Y no solo eso, es una solución tan estandarizada que encaja en todos los castillos del reino.
Arturo sintió como si el Santo Grial aparecía con esta propuesta. Por fin el castillo podía ser pensado en términos de que servicios debía dar (seguridad, resguardo, almacén, prisión, ceremonia, mercado, alcantarillado, etc.) y no en términos técnicos (ancho de muro, perímetro de tejado, capacidad del almacén, bancos de la capilla, etc.). Una vez definidos los servicios y como interactuaban, ya eran los arquitectos los que entraban dentro de ellos y definían estos engorrosos parámetros. Eso sí, siempre respetando los 'acuerdos de nivel de servicio' exigidos por el reino.Aquí termina este cuento por hoy. Sólo añadir que todos fueron felices y comieron perdices, porque esto se trata de un reino tan mágico como Camelot. En la realidad, suele pasar que las fuerzas del mal hacen imposible definir con precisión todos los procesos del reino y sobre estos procesos pobremente definidos los arquitectos suelen construir una catedral en el lugar que le corresponde a las caballerizas. Incluso algunas veces la catedral no estaba por ninguna otra parte de los planos.
Moraleja, SOA no es el verdadero Grial pero si es un pequeño paso más allá.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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